Artículo
Sígalas y tal vez pueda convertirse en protagonista de la próxima polémica literaria.
Revista Carnaval de Barranquilla. 1959
Aliste la pluma, saque el papel y siga esta guía para escribir un cuento de corto vuelo. Uno en el que abunden la monotonía, los personajes tibios y débiles sumidos en hazañas poco memorables como esta:
Ana María de Caicedo, la hija de doña Giovanna Mantini, tenía todo para ser feliz: dos hermosos niños de siete y ocho años de edad... y una pareja de perros chiguaguas que había comprado en los Estados Unidos durante su luna de miel. Sus sirvientes la querían porque era generosa y comprensiva y sus amigas, con quienes jugaba bridge, la juzgaban tolerante y digna de recibir sus confidencias. A ese mundo de dicha llegó, ay, una sombra: su marido José Caicedo.
Si soportaron este párrafo de “El revólver”, ya leyeron todos los cuentos de Marvel Moreno. ¿Por qué? Porque todos sus relatos son el mismo y todos sus personajes son uno solo, con distintos nombres. No me propongo hacer un libelo contra los relatos monotemáticos, que pueden ser magistrales como los de Hebe Uhart o Raymond Carver, sino explicar por qué no deberían esperar de Moreno tal alquimia y ahorrarle al lector la notoria falta de gracia en la llanura de sus relatos.
Para el personaje principal debemos escoger una mujer joven, de la élite barranquillera, blanca y educada en alguna institución privada; esta dama debe estar llena de una sustancia predecible: la frustración. Además, es necesario que añore la soledad y la independencia de forma desesperada, puesto que está atrapada en un círculo social en que se le dice cómo, dónde y qué hacer. El primero en aparecer en este círculo debe ser un marido cafre que la sumerja en profundas depresiones, de las que nuestra protagonista solo saldrá en una nube tóxica –agréguele su antidepresivo favorito– para luego gastar páginas enteras en divagaciones sin gracia. Así sucede en “Había que esperar” o en el cuento epítome de su obra, “Algo tan feo en la vida de una señora bien”, donde el aburrimiento es raíz de las decisiones, motivo de los diálogos y obsequio para el lector.
La falta de motivación no solo es exclusiva de sus cuentos: en una entrevista, F...
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Hola, me pasa lo mismo que a Boris, :(
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Hizo parte del equipo editorial de El Malpensante. Ha colaborado con Vice, Razón Pública y El Espectador. En Twitter e Instagram @linalonsoc
Febrero 2019
Edición No.204
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No. 205La música sirve como consuelo del hogar abandonado y distante y, si es lo suficientemente buena, hace que los nuevos vecinos miren con mejores ojos al recién llegado. En el caso de los c [...]
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No. 212Agradecemos al Festival Internacional de Literatura Las Líneas de su Mano, organizado por el Gimnasio Moderno de Bogotá, la amable cesión de esta pieza. [...]