Columna
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Esta pieza de Eduardo Carranza fue la base que el poeta usó, unos años después, para el himno del archipiélago (1964)
El paraíso se inventó después. Antes fue el purgatorio.
En el principio se publicaban geografías como confirmación de las patrias imaginadas; se sabía que con la definición cartográfica de un territorio se materializaba la entelequia de la nación. Pero hay entelequias que nacen enclenques o que simplemente deben asumirse, en la definición vulgar de la palabra, como “cosa irreal”. En 1827, cuando aquello que los historiadores llamaron la Gran Colombia era algo moribundo que ni siquiera los bolivarianos incondicionales socorrían, se reimprimió Noticia sobre la jeografía política de Colombia: proporcionada para la primera enseñanza de los niños en este importante ramo de su educación. El título es apenas cuestión de estilo y retórica, porque el desencanto estaba adentro. Algunos pasajes de la introducción confirman el fracaso: la guerra, las deudas, la miseria de la mayoría de los territorios, habían hecho inviable la gran nación soñada. Los mismos editores se preguntaban si reeditar la geografía –dados los tiempos– no era un acto de impertinencia patriótica. De todas formas ahí estaban los ríos, el clima, los vegetales, los animales, las montañas, la población, la agricultura, los puertos, como ejercicio para la memoria de los escolares, y también las hazañas de los que dieron su vida por la patria para el estímulo de la juventud en la que se fundaban las esperanzas de porvenir. Pero sobre el presente no había dudas: “La existencia de la República –decían– es hoy un problema, y algunos lo contemplan ya resuelto por la negativa”.
La resaca poscolonial, las diferencias administrativas y las facciones políticas que soñaban con linderos más familiares para la nación terminaron por sacrificar el archipiélago de San Andrés y Providencia. El mencionado texto escolar lo despachó en escasas l&ia...
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Candidato a doctor en historia por El Colegio de México. Colaborador de medios como El Heraldo, Arcadia y El Malpensante. En 2019, Libros Malpensante publicó El incómodo color de la memoria, una compilación de sus ensayos, columnas y perfiles sobre la raza negra. Este año será lanzada la segunda edición, aumentada.
Octubre 2020
Edición No.223
Publicado en la edición
No. 158La crisis de la novela ha sido anunciada con visos apocalípticos en distintos momentos de la historia de la literatura. A mediados de los noventa, uno de sus más destacados representante [...]